El minutero
Tiene como finalidad aprender los nombres de los compañeros del grupo.
Se distribuyen los alumnos en dos grupos iguales que se colocarán formando dos círculos concéntricos: los de dentro mirarán hacia el exterior de los círculos y los de fuera hacia el interior para quedar cara a cara. Sólo se mueve el círculo interior. El profesor da una palmada y los dos alumnos que están enfrentados dicen su nombre: primero el de dentro y después el de fuera. Con la siguiente palmada, los alumnos del círculo interior dan un paso a su derecha, quedan frente a otro alumno y vuelven a decir su nombre los dos. Si el grupo no se conoce, conviene que den dos vueltas completas. Cuando se ha terminado, se inicia una nueva serie, pero esta vez los alumnos deben decir el nombre del compañero que tienen enfrente. Cada uno contabilizará cuántos compañeros se han equivocado con su nombre y ofrecerán a los demás un recurso absurdo para acordarse en lo sucesivo. Por ejemplo: «Recordad que tengo el pelo rubio y soy bajita como Elena de Troya, pero me llamo Cristina.» Suele ser muy divertido el final.